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Eduardo Acuña, nuevo Director de Pastoral Duoc UC: “Queremos una Pastoral cercana, alegre y que proponga caminos de encuentro con Cristo”

Con una vida marcada por el servicio en la Iglesia y la educación, Eduardo Acuña asumió recientemente la Dirección de Pastoral Duoc UC con el anhelo de fortalecer una comunidad viva, alegre y centrada en Cristo. Su mirada combina profundidad espiritual y una visión moderna de la evangelización, abierta a los nuevos espacios donde hoy se encuentran las personas.

Tres verbos y tres espacios

“Me imagino una pastoral donde gestores y coordinadores, cada día de su vida, quieran conocer con mayor profundidad a nuestro Salvador, Jesucristo”, comienza diciendo. “Desde esa experiencia personal, podemos ser instrumentos para nuestros estudiantes, colaboradores y docentes”.

Acuña sintetiza su visión en tres verbos: escuchar, acompañar y proponer. “Escuchar para hacer presencia, para comprender la cultura y poder involucrarnos en ella. Acompañar las pequeñas comunidades de amigos en torno a Cristo. Y proponer itinerarios, espacios de formación y servicio, proponer sin imponer, porque el Evangelio se comunica desde el encuentro y la libertad”, explica.

Junto con eso, menciona también tres espacios pastorales que deben estar en constante diálogo: el presencial, “el patio, la sala, la oficina”; el digital, “porque la Iglesia también nos ha llamado a habitar ese espacio”; y el espiritual-litúrgico, “el oratorio, la capilla, ese lugar donde coronamos nuestra vida cristiana a través de celebraciones bien cuidadas”.

“Si tuviera que resumir el estilo que me gustaría para la pastoral sería uno cercano, sencillo, alegre y propositivo, donde se vea el trabajo bien hecho, la amistad y el amor al servicio”, añade.

El viaje a Roma: un encuentro con la Iglesia universal

Hace algunas semanas, Eduardo fue parte del grupo que acompañó al Rector Carlos Díaz y a una delegación de Duoc UC al Jubileo Mundial de la Educación Católica, celebrado en Roma. Allí pudo compartir con representantes de instituciones católicas de todo el mundo y participar de una misa presidida por el Papa Francisco en la Plaza San Pedro.

“Fue una experiencia profundamente significativa. Estar en la Eucaristía junto al Papa, rodeado de personas de múltiples naciones, te hace sentir parte de una Iglesia viva y universal”, recuerda. “Además, fue muy especial que en ese contexto el Papa nombrara al cardenal John Henry Newman como copatrono del mundo educativo. En él se refleja la búsqueda del sentido profundo del conocimiento y la fe, algo que como institución también estamos llamados a vivir”.

Durante su estadía, Eduardo también participó en instancias de diálogo con representantes de distintas realidades educativas: “Fue un tiempo de aprendizaje y de escucha. Conversamos sobre los desafíos que hoy enfrentan las instituciones católicas, sobre todo en torno al acompañamiento de las personas, la interioridad y la esperanza”.

Fe, sentido y acompañamiento

Consultado por los principales desafíos de la Pastoral, Eduardo es claro: “Hoy vivimos tiempos de búsqueda. Hay una profunda necesidad de sentido, pero también cierta desafección hacia las instituciones. Por eso, la pastoral tiene que ser un espacio que acoja, escuche y acompañe”.

También señala el aumento de temas asociados a la salud mental, la soledad y el desánimo: “La pastoral puede ofrecer un espacio de esperanza y comunidad. Promover una identidad católica propositiva, no reactiva; una fe que convoque desde el bien común, desde el servicio y la amistad social”.

Entre los grandes retos menciona también el mundo digital y la hiperconexión: “Hay una creciente relevancia del espacio digital, y ahí también tenemos que estar presentes, proponiendo contenido que hable de Dios con alegría y profundidad”.

Una vida al servicio

Ingeniero civil industrial de profesión, Eduardo ha combinado su vocación técnica con su compromiso pastoral. “Desde niño fui acólito, catequista y animador de grupos juveniles. Luego trabajé en la pastoral juvenil diocesana de San Bernardo, impulsando líneas de formación durante varios años”, comenta.

Hoy, esa misma experiencia la pone al servicio de Duoc UC:

“Llegar aquí es una oportunidad para servir al Señor y a esta comunidad educativa. Mi meta es que cada sede, cada estudiante, cada colaborador, pueda encontrar en la pastoral una ventana espiritual desde la cual mirar a Cristo”.

Para Eduardo, ese es el verdadero propósito: “Tocar los corazones, acompañar los procesos y mostrar la alegría de creer. Que en Duoc UC se viva la fe con esperanza, en lo cotidiano, en el aula, en el trabajo y en la comunidad”.